En julio del 2013, Yair Clavijo, un joven futbolista de 18 años, sufrió un paro cardiorrespiratorio en pleno campo de juego. Lamentablemente, falleció, pues en el estadio donde jugaba no tenía un desfibrilador. Por eso, la MSI ha adquirido dos desfibriladores, para atender cualquier suceso que se pueda dar en su Complejo Deportivo.
El doctor de la MSI, Mirko Uribe, nos explica: “En sitios con gran afluencia de público es muy importante tener aparatos como estos. La cadena de supervivencia es vital. Una de las primeras
reacciones consiste en intentar RCP. Si esto falla, pasamos a desfibrilar. Los desfibriladores de la MSI son de fácil uso, con parches adhesivos descartables y un único botón que se pulsa para recibir la descarga. Ya estamos en capacidad de salvar vidas”.