El sol, fuente inagotable de calor, color y energía. Durante todo el siglo XX, la ciencia ha buscado cosechar esa energía por ser limpia y generosa, totalmente ajena a la necesidad de quemar hidrocarburos y con una capacidad y utilidad que no llegamos a concebir en su real dimensión.
Hoy cada vez es más común reemplazar las energías tradicionales, en base a combustible, por la solar. San Isidro, que se ha transformado ya hace buen tiempo en una ciudad sostenible. Busca lo mismo. Todo comenzó con la instalación de cargadores de teléfono solares en algunos puntos del distrito, como la Plaza Arona.
Y ahora se da un paso más con los tres módulos de seguridad que se han dispuesto en la nueva Plaza Aldana, un espacio público recuperado, que era utilizado como estacionamiento, módulos que serán alimentados por energía solar, gracias a los modernos paneles que se han implementado en sus techos. El sol nos calienta, nos ilumina y también nos da energía limpia y seguridad.