Durante mucho tiempo, las veredas del parque Roosevelt representaron un riesgo para los vecinos, sobre todo los adultos mayores y los niños. Y es que estaban muy maltratadas y llenas de grietas.
En cambio, ahora se puede dar un paseo sin inconvenientes ni huecos que ocasionen lesiones o caídas. Ahora se pueden recorrer sus veredas perfectas, luego de degustar un helado o comprar en Dasso.