Gastos que proyectan experiencia. Sonrisas de satisfacción por una vida plena. Amor por el distrito. Los adultos mayores de San Isidro son su alma y tradición. El programa Arbitrio Cero reconoce su esfuerzo y exonera de este impuesto a los sanisidrinos mayores de 70 años, invitándolos a disfrutar de sus mejores años. Esta exposición quiere presentar esos rostros, esas historias, esas vidas e imprimirlas para siempre en la memoria a través del lente de una cámara fotográfica.
Ejercitarse al aire libre le da renovados ánimos y mucha fortaleza. El taichí calma las aguas de su mente y nada la hace más feliz que tener áreas verdes donde practicarlo y relajarse.
Juan Marruffo Sarrín:
Demuestra constantemente que las nuevas tecnologías no son exclusivas para los jóvenes. Nunca le tuvo miedo a la computadora y ha descubierto asombrosas herramientas en el mundo digital.
María Atena Arbulú Aguayo:
La fe mueve montañas y sostiene pueblos enteros. Su fe es más grande que los problemas del mundo y la acompaña siempre, donde vaya. María sabe que, pase lo que pase, nunca estará sola.
Le parece un hermoso milagro cada vez que una de sus plantas florece. Por eso le dedica aún mucha atención, esfuerzo y cariño a su jardín, que la enorgullece con su colorido y belleza.
María Elizabeth Selem:
Nada le da más felicidad que la sonrisa de su nieta. Jugar juntas la hace sentirse como una niña de nuevo. Sueña con un mejor futuro para ella.
Julio Luna:
Su espiritualidad lo lleva a dar largos paseos por las calles sanisidrinas para la reflexión y el recogimiento. Cree en la niñez y en el futuro y vive tranquilo sabiendo que hay un plan para todo y para todos.
José Manuel Changa:
Alimenta su pasión por la vida natural y silvestre con una amplia colección de revistas sobre el tema. Además, le encanta pasear por los parques del distrito, redescubriendo día a día su flora y fauna.
Esperanza Chávez:
Ya nadie se sorprende cuando la ven por las calles de San Isidro montando su bicicleta. Ha encontrado en el ciclismo un refugio que le alegra el corazón y la convence de que la edad no es impedimento para nada.
Dora Quevedo:
La vida, según Dora, debe tener más color. Y eso es lo que intenta darle a la suya cuando se entrega a su pasión y se pasa tardes enteras dibujando, representando con lápices de color el mundo de su imaginación.
Ciro Santiváñez:
La reflexióny la lectura le dan calma y lo relajan. Siempre pasea por las calles de San Isidro, acompañado de un buen libro.
Carmen Ruiz Tovalina de Vitkovic:
El arte es la expresión humana que más la emociona. Disfruta mucho plasmando sus sentimientos en un lienzo y dándole color a su vida.
Juan Luis Bertolone:
Tiene alma de cheff y alimenta su espíritu -y su estómago- demostrando su sazón en la cocina. No le tiene miedo a probar nuevas recetas y en cada plato que prepara deja alma, corazón y vida.
Humberto Urrunaga Montoya:
Sus dos grandes pasiones son la música y los libros. Siente que a través de ellos puede viajar a otros horizontes, conocer otros mundos y sentir nuevas emociones.
Emilia Jesús Dulanto:
Sus vecinas son sus amigas y hermanas. En las reuniones, la tertulia las rejuvenece y las traslada a sus épocas de adolescentes. Risas y una taza de té es todo lo que se necesita cuando la amistad es fuerte.
Horacio y Elva Llerena Pérez:
Se dieron cuenta juntos de que el taichí les daba paz y reforzaba aún más su lazo conyugal. Esta milenaria disciplina los ha hecho redescubrirse después de tantos años juntos.